Periodismo profesión fatal en Colombia

08.05.2013 14:22

 

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Juana Silva Ruiz Comunicadora Social

"Contra la libertad de prensa"

La pluma detrás de alguna de las más sonadas investigaciones periodísticas publicadas en Colombia durante los últimos tiempos – incluyendo la denuncia de las escuchas ilegales por parte del DAS, el ahora desaparecido servicio secreto colombiano – el periodista de Semana recientemente había estado trabajando en una serie de denuncias que afectan al Ejército.

 

Cinco disparos en contra del auto en el que se desplazaba el reportero de la revista Semana Ricardo Calderón le recordaron este miércoles a Colombia que el periodismo aquí sigue siendo una profesión de riesgo.

Calderón, el jefe de investigaciones del semanario bogotano, salió ileso del atentado, que se produjo cerca de la ciudad de Ibagué, departamento de Tolima, adonde se había desplazado para entrevistarse con una fuente.

Un brusco recordatorio – en vísperas del Día Mundial de la Libertad de Expresión, que se celebra este viernes – de que si bien el número de ataques y asesinatos de periodistas ha disminuido sensiblemente en Colombia durante la última década, las amenazas en contra de aquellos que investigan temas "incómodos" siguen estando a la orden del día.

Porque Calderón es, sin duda alguna, uno de ellos.

 

Profesión fatal

Aunque durante los últimos años el número de periodistas asesinados en México y Honduras supera ampliamente el de periodistas colombianos, según el Comité para la Protección de los Periodistas – que lleva cifras desde 1992 hasta la fecha – Colombia sigue siendo el país “más mortífero” de América Latina para los periodistas, y el séptimo a nivel mundial.

En total, según el CPJ, los periodistas colombianos muertos de manera violenta durante las últimas dos décadas por razones vinculadas a su oficio suman 44, a los que habría que agregar otros 33 casos de homicidios de periodistas por causas aún no comprobadas.

El caso más reciente es el de Guillermo Quiroz Delgado, un reportero independiente de Sincelejo, departamento de Sucre, quien falleció en noviembre del año pasado después de haber sido hospitalizado a consecuencia de una golpiza a manos de la policía, que lo había arrestado mientras cubría una protesta.

Y aunque el director de la revista, Alejandro Santos, no quiso especular sobre los posibles responsables, sí lamentó "la coincidencia" entre los dos hechos.

"Esas investigaciones dejaron molestas a muchas personas. Estamos en otro tipo de investigaciones por esos mismos temas. Lamentamos la coincidencia con lo que acaba de ocurrir", dijo Santos, quien se refirió al atentado como un ataque contra la libertad de prensa.

"Por la sensibilidad de los temas que estaba tocando, las investigaciones que estaba haciendo y la manera como ocurrió esto, evidentemente no se trata de dos sicarios sueltos, sino de un tema mucho más delicado", aseguró.

Este es el primer ataque de este tipo en contra de un periodista en lo que va del año, pero según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), de enero a la fecha al menos 25 periodistas ya han sido objeto de amenazas.

Y las 158 agresiones en contra de la prensa registradas el año pasado representan la cifra más alta de los últimos cuatro años.

"Colombia sigue siendo un país peligroso para hacer periodismo, sobre todo a nivel regional", le dijo a BBC Mundo, Andrés Morales, director ejecutivo de la FLIP.

"Pero lo que llama la atención de este caso es que se están metiendo, intimidando y atentando contra un periodista y un medio de comunicación de la talla de la revista Semana; que se están metiendo con un periodismo que, de alguna manera, tiene una protección mucho más grande por parte del Estado y de la sociedad en general", agregó.

Impunidad

Efectivamente, luego de conocerse del atentado en contra de Calderón el ministro del Interior, Fernando Carrillo, inmediatamente se pronunció condenando el ataque.

 

Este viernes, 3 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

Lo mismo hizo el jefe de las Fuerzas Armadas, General Alejandro Navas, quien garantizó la plena colaboración de las fuerzas de seguridad con la investigación.

Y el propio presidente de la república, Juan Manuel Santos, le encargó al jefe de la Policía que se "ecargara personalmente" de esclarecer los hechos.

Mientras que la Unidad Nacional de Protección inmediatamente puso al periodista bajo su custodia, elevando así a 95 el número de periodistas que reciben algún tipo de protección por parte de las autoridades colombianas, según cifras de la FLIP.

La otra cara de la moneda, sin embargo, es el quinto lugar que ocupa Colombia en el ranking mundial de impunidad en los crímenes contra periodistas del Comité para la Protección de los Periodistas, sólo por detrás de Irak, Somalia, Filipinas y Sri Lanka.

Y aunque Morales también destacó la reducción en el número de homicidios registrada durante la última década, también insistió en que ese no era el mejor indicador para evaluar la situación de seguridad, particularmente grave en las regiones de conflicto o donde opera el crimen organizado.

"Las condiciones de riesgo y de vulnerabilidad de muchos periodistas continúan vigentes: se siguen asesinado periodistas, se siguen atentando contra periodistas, y sobre todo se siguen presentando situaciones que los periodistas conocen que los pueden poner en riesgo y por lo tanto evitan publicar", le dijo a BBC 

"De hecho, la autocensura es una explicación más del porque en Colombia ha disminuido el asesinato de los periodistas. Ha sido una forma muy efectiva de autoprotección", afirmó el director de la FLIP.